La Gala del Deporte Olímpico Argentino llevada a cabo ayer en la ciudad de Buenos Aires, puso en un lugar muy especial a la bellvillense Clara Baiocchi, en virtud de su solidario comportamiento en los recientes Juegos Panamericanos realizados en Santiago de Chile.
El Comité Olímpico Argentino, en su reunión anual de distinción a los atletas con sobresaliente desempeño deportivo, convocó a una amplia nómina al instaurar el Premio Centenario, producto de los 100 años de la entidad, haciéndolo además en la fecha que representa el Día Nacional del Deportista Argentino.
Durante la ceremonia, se confirió el premio al Gesto Deportivo Ejemplar (Fair Play) a Baiocchi, quien ante la caída de una competidora de Puerto Rico en la fosa de agua, la ayudó a ponerse de pie en plena carrera de los 3.000 metros con obstáculos de los XIX Juegos Panamericanos Santiago 2023.
Este gesto le hizo cruzar la meta en novena posición a la mediofondista becada por la Municipalidad, pero le valió el aplauso ensordecedor del público que colmaba el Estadio Nacional, igual situación que la acontecida ayer en la Gala cuando Clara subió al escenario y todos reconocieron su sana y desinteresada actitud.
El COA, al reflejar los considerandos, explicó que el “Juego Limpio” es una forma de ser, basada en el honor y el respeto de sí mismo que implica una actitud digna ante un comportamiento desleal, respeto al compañero, al adversario victorioso o vencido y al árbitro, expresado en un constante esfuerzo de colaboración, modestia en la victoria, rechazando conseguirla a cualquier precio.
Con esta distinción, el COA señaló que premia una decisión personal y voluntaria, realizada en forma espontánea o inmediata, y en algunos casos, haciendo notar un error desapercibido por adversarios y autoridades, adjudicando una situación de ventaja o triunfo inmerecido.
Por su parte, Baiocchi manifestó que “mi principal función, más allá de ganar medallas y buscar resultados, es ser ayuda para las personas que están a mi alrededor ya sean compañeros de equipo o rivales. Hace 16 años que corro y en este tiempo aprendí que las medallas se llenan de tierra con el tiempo y lo que queda como realmente valioso es el camino que recorremos y lo que dejamos en los demás”.
