Las larvas de los mosquitos crecen exclusivamente en el agua antes de convertirse en mosquitos adultos que pueden volar.
La fumigación o rociado espacial solo alcanza a los adultos no resistentes y no afecta a la etapa acuática del mosquito, de manera que los huevos y larvas continuarán con su crecimiento e inevitablemente nacerán los mosquitos. Por eso es prioridad eliminar los huevos y larvas antes que se desarrollen.
Existen muchas variedades de mosquitos, el mosquito que puede transmitir el dengue, Aedes aegypti, está en ambientes domiciliarios, no crece en zanjas, cunetas ni en grandes parques; se desarrolla en recipientes que pueden acumular agua como floreros o elementos en desuso en los patios, como latas, botellas, etc.
Por ello, es importante eliminar cualquier recipiente que acumule agua en nuestras casas ya que puede convertirse en un criadero, y de ser de utilidad, los mismos deben lavarse cada tres días para evitar que las larvas se desarrollen y nazcan los mosquitos.
También es importante verter agua caliente en rejillas de desagüe, ya que por tratarse de lugares húmedos, sombríos y que pueden acumular agua, son propicios para el desarrollo de larvas.