La Dirección de Salud, dio a conocer una serie de recomendaciones emitidas desde el gobierno provincial para el momento de planificar compras y para preparar y conservar los alimentos.
Las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA) se producen cuando ingerimos alimentos y/o bebidas contaminadas con ciertos gérmenes, como virus, bacterias y parásitos, que pueden afectar nuestra salud. Las altas temperaturas favorecen la proliferación de estos microorganismos, por lo que en esta época del año es fundamental extremar los cuidados.
Los síntomas incluyen dolores abdominales, diarrea, vómitos y fiebre. También pueden presentarse síntomas neurológicos, ojos hinchados, dificultades renales o visión doble.
- Compras:
– Organizar la salida para comprar primero los alimentos no perecederos; dejar para después los alimentos frescos y perecederos, como leche, queso, pescado y otras carnes; y finalmente los congelados.
– Comprar productos pasteurizados y con rótulos, leerlos atentamente y verificar la fecha de vencimiento de cada uno.
– Excluir alimentos que muestren señales de falta de higiene o seguridad: envases rotos, deformados, sucios, oxidados, con pérdidas de contenido o en los que se observen fisuras o tapas flojas.
– Colocar en diferentes lugares los alimentos crudos y los listos para consumir. Separarlos de los productos de limpieza.
- Higiene y conservación:
– Antes, durante y después de manipular alimentos, lavarse las manos con agua y jabón durante 40 segundos, limpiando dorso, muñecas, espacios entre los dedos y debajo de las uñas. También, luego de ir al baño, cambiar pañales o tocar mascotas.
– Limpiar frecuentemente superficies, utensilios y tablas con agua caliente y detergente. Utilizar diferentes elementos para alimentos crudos y cocidos.
– Lavar las frutas y verduras frescas con agua potable, especialmente si se consumen crudas. De no ser posible, agregar al agua gotas de lavandina, siguiendo las instrucciones que figuran en la etiqueta de cada producto.
– Cocinar los alimentos por completo, especialmente la carne de vaca, cerdo o pollo y los pescados, cuidando que no queden partes rojas en su interior.
– Al transportar alimentos en conservadoras, mantenerlas a la sombra, abrirlas lo menos posible, y colocar hielo en bolsas térmicas o aislantes y sobre los alimentos.
– Guardar la comida en la heladera inmediatamente al terminar de consumir. De no ser posible, evitar que quede a temperatura ambiente por más de dos horas.
– Refrigerar los alimentos cocinados y perecederos, preferiblemente por debajo de 5°C. Mantener refrigerados en forma permanente alimentos como sándwiches, carnes, atún, huevo, leche, queso, yogur y frutas y verduras peladas.
– Mantener bien caliente la comida lista para servir.
– Evitar guardar sobras por mucho tiempo, ni siquiera en la heladera.
– Descongelar los alimentos en la heladera o el microondas, nunca a temperatura ambiente.