En uno de los habituales operativos de tránsito los agentes municipales retuvieron un vehículo cuyo conductor, al realizársele el control de alcoholemia, éste dio positivo con un índice de 1,54 mg/l. Además, circulaba en contramano por calle Rivadavia, en pleno centro de la ciudad.
En otros controles se retuvieron dos rodados más por diversas infracciones a las leyes de tránsito, y posteriormente en la tarde del domingo se secuestraron ocho motocicletas.
Más allá de la multa correspondiente, conducir bajo los efectos del alcohol es una decisión irresponsable que pone en peligro nuestra seguridad y la del resto de usuarios en circulación. Por eso es importante recordar que ponernos al volante después de tomar bebidas alcohólicas es y será siempre una mala opción.
Una persona con un índice de 1,5 de alcohol en sangre presenta un nivel de riesgo muy alto para sí y terceros, por poseer reflejos alterados y reacción lenta e imprecisa.