La lactancia materna juega un papel importante en la gestión de la doble carga de la malnutrición (salud y subsistencia), además de proporcionar seguridad alimenticia y reducir la desigualdad.
La capacidad limitada para proteger, promover y apoyar la lactancia materna ha provocado el deterioro del plan de apoyo a la lactancia dentro y fuera del sistema de salud pública durante la pandemia, dando lugar a un aumento de la desigualdad no solo entre países, sino también dentro de un mismo país.
La Alianza Mundial Pro Lactancia Materna, sostiene que los gobiernos, sistemas de salud, lugares de trabajo y comunidades deben estar informados, educados y empoderados para fortalecer sus capacidades de proporcionar y sostener entornos amigables con la lactancia materna para las familias en el mundo pospandemia.
El área de Salud Pública Municipal hace eco del lema elegido a nivel mundial es “Impulsemos la lactancia materna, apoyando, educando”, por lo que la semana de la lactancia materna es una oportunidad para concientizar acerca de la importancia de esta práctica, que beneficia a quienes amamantan, lactantes y a la comunidad en general.
Beneficios de la lactancia
La lactancia es el mejor e insustituible alimento natural y ecológico, el recurso renovable por excelencia, el más económico, el que garantiza la mejor alimentación y calidad para el comienzo de la vida.
A las personas que dan de mamar esta práctica las ayuda a prevenir el cáncer de mama y ovarios, la depresión posparto, la anemia, la hipertensión, la osteoporosis y también colabora en la recuperación del peso anterior al embarazo; a su vez, ayuda al contacto y a la comunicación del bebé con la mamá.
En cuanto a los y las bebés, la leche materna les brinda todos los nutrientes que necesitan hasta sus seis meses y les provee anticuerpos que los protegen de enfermedades infecciosas y crónicas.