Es verdad, no es un cuento;
hay un Ángel Guardián
que te toma y te lleva como el viento
y con los niños va por donde van.
Tiene cabellos suaves
que van en la venteada,
ojos dulces y graves
que te sosiegan con una mirada
y matan miedos dando claridad.
(No es un cuento, es verdad).
Es quien te ayuda a que cortes las rosas,
que están sentadas en trampas de espinas,
el que te pasa las aguas mañosas
y el que te sube las cuestas más pinas.
(Fragmentos de El ángel guardián, de Gabriela Mistral)
Además, citamos lo que escribió el médico cordobés Enrique Osrchanski: “Para que sepan los descreídos: los abuelos nunca mueren, sólo se hacen invisibles”.