Con registros dispares según los barrios que oscilan entre 35 y 45 milímetros de lluvia en poco tiempo, vientos con ráfagas que superaron los 112 km/h y granizo, la tormenta desatada entre la noche del sábado y madrugada del domingo, dejó sus secuelas en la ciudad, de las que se va reponiendo.
El fuerte meteoro provocó la caída de algunos árboles, desprendimientos de ramas de distintos tamaños, postes de servicios públicos y otros inconvenientes propios de este tipo de eventos, aunque el daño mayor lo infligió sobre el frente de una concesionaria de autos, donde la fuerza del viento con ráfagas, provocó destrozos totales de los vidrios del portón sobre calle Córdoba y los laterales de Pellegrini.
En las distintas movilizaciones por la ciudad, participaron Defensa Civil, Bomberos Voluntarios, áreas de Obras y Servicios Públicos, Electricidad y Tránsito y EPEC.
Durante el domingo también se trabajó en el retiro de árboles caídos y limpieza de calles y alcantarillas, tarea que se prolonga en la presente jornada para dejar la ciudad en condiciones.
Tanto en Bomberos como Defensa Civil, no se receptaron denuncias sobre voladuras de techos de viviendas o empresas.