El pasado miércoles, el Centro Cultural Municipal Ferrocarril fue escenario de una emotiva y significativa quema ancestral, que buscó reconectar a los participantes con las raíces aborígenes de nuestra tierra.
La iniciativa, organizada por Marcela Bustos, docente del taller de cerámica “Buenas Manos” y del taller de cerámica para personas ciegas, pertenecientes a los Núcleos Barriales del área de Cultura y Educación, se enriqueció con un valioso aporte desde la inclusión y el trabajo colectivo.
Desarrollada a lo largo de toda la jornada, tuvo como principal objetivo rendir homenaje a la Pachamama, nuestra madre tierra, a través de una de las prácticas tradicionales más significativas del pueblo aborigen: la quema ancestral; sumándose una delegación del Centro Superior Polivalente de Arte “Martín Malharro”, entre ellos, la profesora Romina Brusso y su grupo de estudiantes de quinto año del ciclo Producción Pintura, producción tridimensional, quienes aportaron su perspectiva artística a la propuesta.
La quema comenzó a las 10 de la mañana y se extendió hasta las 17 horas, tiempo en el cual se llevó a cabo el proceso ancestral de templado y cocción de las piezas de cerámica.
El ritual, cargado de simbolismo y conocimiento de los ancestros, consistió en la creación de un pozo de gran diámetro, donde se encendió un fuego central y se dispusieron las piezas de cerámica para que se templaran. Luego, las piezas fueron cubiertas con ramas y cenizas, manteniendo el fuego durante aproximadamente cinco horas para lograr la cocción completa.
El ambiente fue de total respeto hacia la naturaleza y las tradiciones, permitiendo que todos los presentes vivieran una experiencia profundamente enriquecedora.
Recibieron conocimientos ancestrales que forman parte de nuestra identidad cultural, fortaleciendo la conexión con nuestras raíces y la importancia de preservar y compartir este legado con las nuevas generaciones.
Sin lugar a dudas, la jornada se erigió como un homenaje a nuestra cultura originaria y a la vida en armonía con la naturaleza.