Los actos de vandalismo y los delitos contra la propiedad que golpearon a la Escuela Normal el fin de semana conmocionaron a toda la comunidad y el intendente Juan Manuel Moroni, como vecino, expresó su congoja.
Lo ocurrido en la institución educativa no se trató de un hecho aislado. Tristemente, los bellvillenses enfrentan cada día a las consecuencias de acciones violentas: no es inusual que la ciudad amanezca con postales tristes, como plantas destruidas, arbolitos arrancados, luminarias arruinadas, cables robados y juegos dañados, entre otros graves ataques al patrimonio de la ciudad y de los vecinos, que incluyen inmuebles.
En ese marco, Moroni hizo un llamado a la comunidad y al compromiso colectivo, en el entendimiento de que el cuidado de los bienes públicos requiere que los ciudadanos se involucren.
También convocó a padres y familias a prestarles atención a los jóvenes y a contenerlos, para evitar que incurran en conductas dañosas que, incluso, pueden configuran ilícitos penales. “La mayoría de los bellvillenses queremos una ciudad cuidada, ordenada y en paz”, cerró el intendente.
Cabe recordar que hay un canal telefónico de denuncias -el 101- para reportar a las personas, mayores o menores de edad, que menoscaban el espacio público o delinquen.
A su turno, el arquitecto Emiliano Francone, coordinador de Planificación y Gestión de obras del municipio y encargado de Fodemeep, precisó que el municipio se puso a disposición de las autoridades de la Escuela Normal e hizo un relevamiento de los daños para que las clases pudieran retomarse con la mayor normalidad posible, en el marco de las tareas investigativas en curso.
Reconoció además la labor de los propios alumnos de la institución, que ayudaron a limpiar.