Se instituyó el Día Mundial del Donante de Sangre en señal de agradecimiento a los donantes voluntarios y concientizar acerca de la necesidad de hacer donaciones regulares para garantizar la calidad, seguridad y disponibilidad de sangre y sus productos, los que permiten salvar vidas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), sostiene que las transfusiones de sangre y sus productos ayudan a salvar millones de vidas al año. Contribuyen a que pacientes con enfermedades potencialmente mortales vivan más tiempo con mejor calidad de vida, y posibilitan la realización de intervenciones médicas y quirúrgicas complejas.
Forman parte de una de las funciones vitales en la atención materno infantil, el embarazo y las respuestas de emergencia a los desastres naturales o causados por el hombre.