En el paquete con proyectos de Ordenanzas remitidas al Concejo Deliberante para su tratamiento en sesiones extraordinarias figura el de la necesidad de diferenciar los conceptos de baldío, obra en construcción o edificaciones sin Certificado Final de obra registrada, inmuebles edificados o ampliados no registrados, obras en construcción o edificaciones en contravención al Código de Edificación y Urbanismo, obra, edificación o parte de ella potencialmente riesgosa, inmuebles en estado de dejadez y abandono u ociosos e improductivos.
De aprobarse las iniciativas, permitirán lograr una correcta aplicación de los diversos recargos que establece la Ordenanza Tarifaria Anual en la tasa municipal de servicios a la propiedad.
La individualización de las diferentes situaciones en las que se pueden encontrar los terrenos e inmuebles de nuestra ciudad permite diferenciar la aplicación de los recargos según la gravedad e implicancias que puedan ocasionar según el estado en el que se encuentran.
Las normas posibilitarán diferenciar la erradicación de propiedades obsoletas y abandonadas, que constituyen un riesgo para la población y un atraso para el progreso edilicio.
Otro de los objetivos, es lograr un mayor porcentaje de regularización de aquellos proyectos de obras que se pretendan iniciar. Por ello ante el cumplimiento de los requerimientos exigidos por la normativa, se considera oportuno favorecer a los propietarios de obras cuyas condiciones específicas lo ameriten, a través de la no aplicación de la tasa por estudios de planos e inspección de obras.
Por otro lado, resulta necesario precisar en el artículo 96 de la Ordenanza Tarifaria Vigente, cómo se computan los metros totales de obra a los fines de imponer el recargo allí contemplado, el cual ha sido modificado en los casos de obras de hasta 100 m2; desde 101 m2, hasta 250 m2 y desde 251 m2 hasta 1000 m2.
