A finales de 2015, al asumir la primera administración del intendente Carlos Briner, el estado de las calles era deficiente con siniestros viales, algunos de ellos trágicos, tornando caótico el sistema de tránsito y una peligrosa situación precaria.
Más de 250 calles mostraban un muy mal estado, tornando imposible su transitabilidad y sumándose problemas a diario por la progresiva incorporación de nuevos vehículos al parque automotor.
La gravedad de la situación motivó la Ordenanza Nº 1998/2016 y su respectivo Decreto de promulgación Nº 425/2016, declarándose la emergencia vial en todo el ejido urbano y determinando una serie de pautas para paliar la situación.
Privilegiando la vida y la seguridad de las personas, se instrumentó un programa denominado Plan Barrial de Recuperación Urbana y Vial, lo que permitió la intervención de 768 cuadras hasta mediados del presente año, invirtiendo la Municipalidad con fondos propios, a valores de hoy, una cifra superior a los $ 500.000.000
El detalle es el siguiente: 10 bocacalles, 5 rotondas, 72 cuadras de cordón cuneta, 393 calles de hormigón con tomado de juntas, 49 cuadras de nuevo hormigón, 22 de nuevo asfalto, 1 de adoquines y 215 bacheadas y entre otras intervenciones relativas a la recuperación vial.
En este recuento no está contabilizado el nuevo puente Brigadier General Juan Bautista Bustos, que es obra provincial. En el total están incluidos trabajos de privados y del gobierno de Córdoba.